La pasta a la amatriciana es originaria de Amatrice.
Se caracteriza por la presencia de pocos y sabrosos ingredientes como el guanciale el pecorino romano y el tomate.
La pasta a la amatriciana es originaria de Amatrice.
Se caracteriza por la presencia de pocos y sabrosos ingredientes como el guanciale el pecorino romano y el tomate.
A la hora de comunicarnos, consciente o inconscientemente, todos usamos gestos que nos ayudan a expresar aquello que queremos. Conocido es que en la cultura italiana este recurso forma una parte fundamental de la comunicación, siendo también objeto de estudio por diversos e importantes pensadores italianos.
Bruno Munari (Milán, 24 de octubre de 1907 – 30 de septiembre de 1998) es uno de los máximos protagonistas del arte, del diseño industrial y gráfico del siglo XX. Este polifacético artista y diseñador dedicó su trabajo a distintas áreas de la cultura visual y no visual (pintura, escultura, diseño industrial, escritura, poesía, didáctica…) investigando también el desarrollo de la creatividad y la fantasía desde la infancia mediante el juego.
Entre sus numerosos proyectos e investigaciones, se encuentra la publicación “Suplemento al Dizionario italiano” (Corraini Edizioni), publicado en 1958 y reimpreso en 2011, contando también con una versión abreviada en inglés llamada “Speak Italian. The fine Art of the Gesture”. En este libro Munari analiza los distintos modos de expresarse sin palabras, ya no solo con las manos, sino con expresiones faciales y actitudes en general. Con procedencia napolitana la mayoría, poco a poco dichos gestos se convirtieron de uso nacional, llegando algunos a ser entendibles en otros rincones del mundo.
Estos gestos son un complemento indispensable en la comunicación. Una profesora de psicología de la Universidad de Roma experta en gestos, Isabella Poggi, ha logrado identificar 250 gestos que los italianos usan en la conversación diaria. Gestos, que al contrario que el lenguaje verbal que va evolucionando con el paso de los años, se mantienen más fieles a sus orígenes. En diariodelviajero.com describen algunos de estos gestos que a veces expresan más que las palabras:
Une las puntas de los dedos de tu mano derecha y apunta con ellos hacia arriba. Mueve la mano en forma ascendente y descendente. Este gesto popularmente llamado “la pigna” es uno de los clásicos del italiano. Sirve para acompañar una pregunta o señalar una duda.
Extiende tu dedo índice y corazón juntos. Apoya los dedos en el inicio del cuello con la palma de la mano mirando hacia tu garganta. Roza la parte de abajo de la mandíbula inferior “rascando” con las uñas de esos dedos hacia adelante. Este gesto se acompaña con la frase del título que significa: ¿A quién le importa? o ¡Me importa un bledo!
Cierra tu mano y extiende el dedo índice y el pulgar en sentidos contrarios. Gira la muñeca y la mano como si estuvieras desenroscando una tuerca gigante. Puedes doblar ligeramente el dedo índice para darle mayor dramatismo a la frase. Estás exigiendo una definición al interlocutor: Bueno, ¿sí o no?, ¿lo hacemos así o cambiamos algo?, ¿estás de acuerdo o piensas distinto?, ¿me comprendes o no?
Si queremos seguir profundizando en el tema, encontramos también el libro “La mimica degli antichi investigata nel gestire napoletano”, de Andrea De Jorio, considerado como el primer etnógrafo del lenguaje corporal, y publicado por Forni en 1832, donde también se analiza este tema.
Esto es una pequeña muestra de lo importante que son los gestos a la hora de comunicarnos, porque las palabras están para expresarnos, pero se puede decir tanto sin hablar!
Es un clásico que nunca pasa de moda, que siempre se disfruta y saborea. Esta pasta acompañada de guanciale, huevo, queso pecorino y pimienta. Se considera una receta típica romana (región de Lazio).
Aunque hay bastantes teorías, la más aceptada es que tiene su origen a finales de la Segunda Guerra Mundial. Como sucede con muchas otras recetas emblemáticas de la gastronomía, la carbonara es consecuencia de una sociedad romana que no andaba sobrada de comestibles, cuando a alguien se le ocurrió utilizar, como acompañamiento para la pasta, los huevos en polvo y el bacon de los racionamientos que las tropas americanas que liberaron Roma distribuían para alimentar a la población hambrienta. Posteriormente la receta fue puliéndose hasta llegar a lo que es actualmente cambiando el bacon por guanciale (papada curada de cerdo) y añadiendo queso pecorino romano.
El 13 de octubre, en Montecatini Terme (Toscana) se presentó la Guía Slow Wine 2019, una guía que recoge más de 1.000 tipologías de vino de 500 bodegas italianas que defienden la filosofía slow.
La filosofía slow aplicada el vino defiende que, al igual que la comida, el vino debe ser bueno, honesto y justo. Cada día aumenta la cantidad de personas interesadas no solo en el sabor del vino, sino también en todo su proceso, en el impacto en el medio ambiente que supone y por supuesto la repercusión en las personas que lo producen.
Este año se incorporan jóvenes enólogos que desarrollan con mucho orgullo esta profesión. Se hace un reconocimiento especial a Alessandro Fedrizzi, que a sus 14 años, en lugar de la típica vespa pidió como regalo una hectárea de viña que ahora, a sus 24 años, va ya por la undécima cosecha.
Alessandro Fenino ha obtenido el premio Viticultura Sostenible por la gestión agrícola de la Cantina Pievalta en Maiolati Spontini (en Le Marche).
Algunos de los vinos que recoge esta guía son:
Ampeleia 2015 Ampeleia
Maremma Toscana Ciliegiolo 2017 Antonio Camillo
Nobile di Montepulciano Caprile 2015 Avignonesi
Brunello di Montalcino 2013 Baricci
Montecucco Sangiovese Ris. 2015 Campi Nuovi
Chianti Cl. Caparsino Ris. 2015 Caparsa
Vernaccia di San Gimignano Prima Luce 2015 Cappellasantandrea
Montecucco Sangiovese Rosso della Porticcia 2015 Casale Pozzuolo
Pepe Nero 2016 Casteldelpiano
Sacromonte 2014 Castello di Potentino
Chianti Cl. 2015 Cigliano
Brunello di Montalcino 2013 Collemattoni
Chianti CI. I Fabbri Ris. 2015 I Fabbri
Bolgheri Sup. Campo al Fico 2015 I Luoghi
Vigna al Mare 2015 I Mandorli
Rosso di Montalcino 2016 Il Colle
Vernaccia di San Gimignano Campo della Pieve 2016 Il Colombaio di Santa Chiara
Trentennale 2011 Il Paradiso di Manfredi
Brunello di Montalcino 2013 Le Chiuse
Chianti Cl. 2015 Le Cinciole
Esperienze 2014 Macchion dei Lupi
Chianti Cl. Vigna Barbischio Ris. 2015 Maurizio Alongi
Chianti Cl. Retromarcia 2016 Monte Bernardi
Vernaccia di San Gimignano Fiore 2016 Montenidoli
Chianti Cl. Campitello Ris. 2015 Monteraponi
L’Erta Poggio della Bruna 2015 Paolo e Lorenzo Marchionni a Vigliano
Aleatico Passito Nanerone 2016 Piandibugnano
Vigna Piezza 2016 Podere Concori
El lunes pasado tuvimos el placer de asistir, en una alquería no muy lejos de Benimaclet, a una cata de vinos organizada por Dascosa, donde además de compartir una gran tarde con colegas de la profesión, pudimos degustar novedades del mundo del vino, un mundo envuelto por una magia y tradición especial que siempre nos hace disfrutar.
Fueron varias las bodegas que llamaron nuestra atención, pero queríamos destacar dos que lo hicieron especialmente. La primera de ellas pertenece al grupo Juan Gil Bodegas Familiares, que desde sus inicios en Jumilla en 1916 ha llegado a ser un grupo integrado por 10 bodegas en 8 Denominaciones de Origen. Nuestros vinos favoritos fueron los pertenecientes a su bodega JuanGil, D.O. Jumilla y origen del grupo, especialmente sus crianzas Juan Gil 100 y Juan Gil Etiqueta Plata, así que nos los trajimos para casa y pronto los podréis disfrutar en La Pentola. De su bodega Atteca, D.O. Calatayud, destacamos su crianza Atteca y de su D.O. Rueda su vino joven blanco de uva verdeja Shaya.
Otra de nuestras favoritas fue Bodegas Eidosela, con sus D.O. Rías Baixas. Para nosotros los más especiales fueron Eidosela Albariño, vino blanco 100% Albariño y Eidosela Selección Barrica, con 100% Albariño Seleccionada. Y sí, ambos se vienen también para La Pentola.
Agradecer a Dascosa su invitación. Día a día en La Pentola vamos aumentando nuestra bodega seleccionando de aquí y de allá pequeñas joyas vinícolas que vamos conociendo, porque como decía Fernando Pessoa «la vida es bella… pero con vino es mejor».
Disfruten y ¡salud!
Algunos atribuyen la invención de la pasta a Marco Polo en el siglo XIII. Sin embargo, la teoría más aceptada es que la pasta fue creada en Oriente Medio, introducida en Sicilia y más tarde esparcida por toda Italia. Si retrocedemos aún más, una antigua leyenda romana explica cómo Vulcano, dios del fuego, en una pela con Ceres, diosa de la vegetación y los granos, se enfureció tanto que arrancó todos granos de trigo de la tierra y los aplastó. Introdujo la harina que obtuvo por la boca del Vesuvio, que entre sus llamas y vapores, se convirtió en un plato de pastas, y se lo comió.
Sea como fuere, la pasta es una de las más aplaudidas exportaciones italianas y un imprescindible para todos. Ver a las mammas hacer pasta en las puertas de las casas de los pueblos sicilianos te hace comprender la tradición, artesanía y ritual que conlleva. La teoría es fácil: agua, huevo y harina. Sin embargo, hace falta más para conseguir lo que llamamos pasta, esos pequeños trucos que hacen de esos tres ingredientes tan simples un plato delicioso.
El universo de la pasta es inmenso, la hay larga y corta, donde además de las formas más conocidas podemos encontrar fettuccine, chitarre, linguine, strozzapreti, gnocchetti sardi y un largo etc. donde perderse. Es curioso cómo un plato que parte de elementos básicos puede estar rodeado de tanta historia y romanticismo. La pasta, uno de los mayores símbolos de la cultura italiana, ha sobrepasado definitivamente sus fronteras.
Hoy os queremos hablar de dos nuevas incorporaciones. Ambos tienen un gran cuerpo, un color intenso y hacen la velada más memorable. Y es que nuestros vinos son algo imprescindible dentro de nuestra oferta gastronómica. Nos gustan de aquí y de allá, creemos que cada punto geográfico puede aportar algo nuevo, por ello no nos cansamos de investigar y probar nuevos vinos.
Uno de ellos Tenuta San Marco-Negroamaro, vino tinto producido en el sur de Italia, concretamente en Puglia. Elaborado con uva negroamaro y característico por su color rojo profundo.
El otro es de la terreta y es muy especial. Se llama Embolicaire, y trata de recuperar la variedad autóctona de uva Bonicaire, de hecho es uno de los pocos vinos en el mundo realizados únicamente con este tipo de uva. De Bodegas Ontinium (Ontiyent).
Nosotros no podemos decantarnos por solo uno de ellos, ¿tú podrás?
Como en el cine o la música, los grandes clásicos nunca fallan, y en ocasiones son nuestros favoritos. Nosotros queremos gritar a los cuatro vientos los nuestros y proclamarlos inamovibles de nuestra carta.
El de hoy es el gran aglio, olio e peperoncino (aceite, ajo y guindilla) el protagonista . Normalmente utilizado con pasta larga, tiene origen napolitano y era muy popular entre la gente humilde ya que utiliza ingredientes básicos que todos tenemos en casa. Pero su sencillez no le quita espectacularidad, su sabor puro y consistente convence a cualquiera. Parte de su éxito depende de la calidad de los ingredientes, tan básicos en nuestra cocina como extraordinario es su sabor. La calidad del aceite, “oro líquido” como lo denominaba Homero, es imprescindible para conseguir todo el sabor.
Como extra podemos añadirle pangrattato, un poco de pan rallado que le da un toque crujiente y la hace todavía más gustosa.
Sin duda es uno de nuestros platos preferidos y cualquier momento es un bueno momento para disfrutarlo.
Ilustradores como Giulio Castagnaro y FABULO illustrator han hecho sus personales homenajes a este gran clásico de la gastronomía italiana.
El pasado sábado 1 de abril tuvo lugar la 5ª Jornada sobre la Concienciación sobre Autismo que organiza Red Cenit – Centros de desarrollo cognitivo. Se organizaron una serie de talleres y actividades donde pudimos disfrutar al aire libre con los más pequeños.
Desde La Pentola, al igual que el año pasado, participamos con un taller de pasta fresca donde los peques amasaban y hacían sus propios espaguetis y tallarines, pensando con qué se los podrían comer luego. Algunos de ellos, orgullosos de su creación, se los llevaron para echarlos a la olla esa noche. Fue una mañana realmente especial para nosotros y un honor contar con tan buenos alumnos.
El organizador de la jornada fue Red Cenit, primer centro especializado en TDAH de la Comunidad Valenciana, acreditado, además, por la Consellería de Sanidad en diagnóstico y tratamiento del Trastorno del Espectro Autista (TEA) y Trastornos Específicos del Lenguaje (TEL). Un equipo formado por psicopedagogos, neuropsicólogos, pedagogos, psicólogos, terapeutas ocupacionales, maestros y logopedas que trabajan día a día y a los que ayer pudimos conocer un poco más.
Desde que la aventura de La Pentola comenzase a gestarse son muchas las ideas e ilusiones que van surgiendo y poco a poco conseguimos ponerlas en marcha, y como no, trasladar nuestro pequeño universo a un blog es una de ellas.
Contaremos de todo un poco, de aquí y de allá. No podremos remediar nuestro amor por la buena comida, pero no nos quedaremos solo ahí.